REFLEXIÓN
DEL SEGUNDO BLOQUE:
El segundo bloque comenzó con la
identificación de los textos folclóricos, también conocidos como textos de
tradición cultural.
En este bloque fue cuando todos
revivimos momentos de la infancia recordando nuestros cuentos, cuentos con los
que habíamos crecido, diferentes versiones de los mismos o incluso películas
que han salido a partir de esos cuentos…
Sin embargo, como ocurrió y
mencioné en el primer bloque, estamos acostumbrados a que los textos
folclóricos son únicamente en prosa, pero no es así. También existe la poesía y
el teatro folclórico.
Hemos mencionado a muchos autores,
pero hicimos hincapié especialmente en tres: Perrault, Andersen y los Hermanos
Grimm. A través de lecturas que nos hacía la profesora, hemos reconocido libros
de cuando nosotros éramos pequeños y a mi personalmente me encantaba que lo
hiciera, pues me recuerda a hace muchos años cuando también lo hacían y se producía
el mismo silencio que ahora.
A partir de esos autores entre
otros, hemos visto la facilidad con la que puedes encontrar diferentes
versiones de los originales y podemos
diferenciar una buena versión de una mala.
Los textos folclóricos son los que
se transmiten de forma oral de generación en generación; a pesar de la
costumbre de versionar todos estos típicos cuentos que siempre nos han rodeado,
esta tradición se está perdiendo.
Durante las prácticas pude
comprobar, no sólo la poca dedicación que se le da a la lectura, sino que de los
libros con los que cuentan prácticamente ninguno es folclórico. Esto demuestra
la poca costumbre que está quedando, ya que oralmente no se contó ninguno; tan
sólo se dedicaban a la lectura comprensiva. Además, ocurre lo mismo con las
canciones y los juegos infantiles; hoy en día, lo niños no conocen las
canciones de antes ya que en el recreo se dedican a otras cosas pues considero que
se basan más en lo que ven en la televisión. No obstante, esto nos ocurre a
todos, no sólo a los más pequeños, ya que es más cómodo sentarse y tener en
activo únicamente el sentido del oído, lo que te permite estar en una posición
relajada, que tener que estar de pie o moviéndose, hablando o cantando…
Esta experiencia me sorprendió
puesto que a diferencia de lo que vi, cuando yo iba al colegio, en los primeros
años de la educación formal, antes era más habitual contar cuentos oralmente,
no solo leídos, así como reunirse en círculo aunque fuera para ver entre todos
un libro que algún alumno había traído
de la biblioteca acerca de un tema del que se hubiera hablado en clase.
La actividad principal de este
bloque fue hacer la adaptación de un cuento. Con este ejercicio me di cuenta de
lo importante que es saber hacer una buena adaptación para motivar a tus
alumnos animando a la lectura. Parece algo muy divertido y puede ser incluso
personalizado, haciendo los cambios precisos para que el cuento sea de los
gustos e intereses del lector.
La adaptación de los cuentos es
algo que llevaré a mi clase, al igual que las canciones infantiles de siempre,
también transmitidas de forma oral.
Sin lugar a dudas, lo aprendido en
este bloque es algo que se debe tener muy en cuenta como maestro, pues se les
puede ofrecer mucho más y de ti va a depender que esta costumbre de tradición
oral no se pierda y se sigan manteniendo todos estos tesoros.
Bien. Debes profundizar más en todos los puntos de las reflexiones. Es muy escasita.
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